Mis pies tocan la hierba, la rima
se disuelve en mis pasos,
las colinas se envueltas en la noche,
la niebla cubría la luna con un brillo carmesí.
¿Cómo va a ser el sentimiento después de
la amargura tan larga –
su aliento caliente, su lengua aterciopelada, por una noche?
¿Cómo va a ser después de tanto tiempo, para decir su nombre,
su cuerpo abierto, coronado con pasión,
por una noche?
Su puerta está abierta. Entro silenciosamente. Las hojas revolotean a la tierra.
Un aire mohoso de muerte, decaimiento, penetra la nariz.
La muerte
baila esta noche.
La muerte baila su mil de bailes.
Dos ojos huecos me miran.
Una pregunta flota oscuramente en el cuarto:
¿Por qué
yo
esta noche?
Mi espíritu despierta, abro los ojos y veo la luna
en el brillo carmesí,
una luna que grita—
¡Sangre
por
sangre!